El cultivo adecuado de plantas acuáticas comienza ya durante su transporte de la tienda de mascotas. La planta comprada debe estar en un paquete que, además del agua, también proporcione la humedad adecuada y también la proteja de cualquier daño potencial. En invierno, se necesita protección adicional contra el frío, por ejemplo, una nevera portátil.
Antes de proceder con la plantación, debemos familiarizarnos con los requisitos de la variedad específica: requisitos de luz y de temperatura, tamaños que puede alcanzar (con especial atención a la altura), si prefieren crecer solos o en grupos y dónde se verán mejor (parte trasera, centro, o tal vez frente al tanque).
También vale la pena planificar previamente el diseño del tanque considerando la forma, el color y la textura de las diferentes plantas: las plantas de color verde claro se ven bien rodeadas de plantas de color verde oscuro o rojo, las de hojas redondeadas deben estar junto a plantas frondosas, etc.
Para un desarrollo adecuado de las plantas, es esencial que el agua sea clara y limpia, libre de partículas en suspensión que caen sobre sus hojas, obstruyen los poros a través de los cuales se absorben nutrientes y, por lo tanto, limitan procesos de fotosíntesis. Este estado será proporcionado en nuestro acuario por filtración con una capacidad adecuada para el material filtrante, tanto mecanico (que elimina partículas suspendidas) como biológico (donde se desarrollarán bacterias útiles que descomponen sustancias dañinas).
El filtro debe funcionar las 24 horas del día, todos los días, y durante 1 hora, entre el 50 y el 80% del agua del acuario debe fluir a través de él. Entonces tal filtro cumple su función de manera efectiva.
También es importante la colocación adecuada de la salida del filtro, para que la superficie del agua se mueva, pero no generar remolinos (sin salpicaduras). La configuración incorrecta de esta salida puede causar la eliminación excesiva de dióxido de carbono del acuario.
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